Errantes es una obra realizada ex profeso para la exposición Camiños (IN)Certos,
celebrada en el Museo Fundación Camilo José Cela (2020-21), la cual gira en
torno a la obra estelar de Cela La Colmena, que en un principio había sido
concebida como la primera parte de una trilogía bajo el título Caminos inciertos.
De esta forma Errantes parte de una reflexión sobre ese caminar incierto y el propio
camino como recorrido, utilizando un elemento tan simbólico e importante como es el
bordón o bastón que acompaña al caminante. Al mismo tiempo que hace referencia a
las largas caminatas que Cela emprendía -apoyado sobre alguno de sus múltiples
bastones- bajo la idea del vagabundaje, en ese caminar errante, sin planificar, que
posibilita el encuentro con la tierra, y que como la escritura o el arte, se recorre de
manera imprecisa e incierta; “pienso que la literatura es un camino -nítido a veces, y a
veces borroso y desdibujado- que no se camina jamás.” [C.J.Cela]
Los bastones del camino se entienden así como esos acompañantes que tanto sujetan
como son sujetados, como los “apoyos del camino”. Cuerpos de apariencia frágil y
quebradiza que nos enlazan con el mundo y nos impulsan siempre hacia un más allá en
nuestra errancia, cual lanzas del espíritu.
Siguiendo esta lógica de apoyos, la obra se plantea como una escultura conformada por
ocho palos de madera que se apoyan en la pared. Cada uno de ellos lijado a mano y
posteriormente recubierto con una nueva piel de lana en ciertas zonas.
Este recubrimiento, en distintos colores, hace referencia tanto a la señalética del camino
como a las zonas de agarre o contacto del cuerpo con la madera.
Un encuentro entre la naturaleza y el ser humano a través del camino.